Tortuguero no le pertenece a Costa Rica. Le pertenece al planeta. Es un gigantesco pulmón verde. Conocí Tortuguero hace casi 30 años. Vuelvo con frecuencia como quien quiere llegar al corazón del agua.
Este año, Tortuguero será el segundo parque nacional más visitado. Sólo lo supera Manuel Antonio. Casi 200 mil personas llegan a Tortuguero al año. Ni siquiera un 5 por ciento de los visitantes son ticos.
La comunidad de Tortuguero es de dos mil personas, pero tiene un serio problema: deposita todas las aguas servidas al agua del parque nacional. Eso incluye las aguas negras. Las autoridades del parque nacional dicen que eso no es problema de ellos sino de la comunidad. Las fuerzas vivas del pueblo y los hoteleros estàn dispuestos a aportar. Hemos propuesto que se permita el Tour nocturno en Tortuguero, considerado el mejor Tour nocturno del mundo. Hace unos años, las autoridades del parque lo cerraron. La idea es ponerle un cannon a ese tour y que todo el dinero del cannon se dedique a la planta de tratamiento de aguas negras. Hemos llevado expertos en manejo de aguas negras. Hemos llevado a diputados de la zona y diputados de otras zonas que están interesados en el tema. Los diputados y las diputadas se conmovieron al ver la gran capacidad de la comunidad, que tiene un proyecto de reciclaje único en su estilo en el país, que se organizó psra tener agua potable, que se organizó psra tener colegio y hasta una orquesta que es parte del Sistema Nacional de Educación Musical (SINEM).
Las autoridades deben entender que la comunidad estuvo primero que el parque nacional. El pueblo tiene derecho a existir. También deben entender que en un santuario como Tortuguero, los turistas son guardianes. A Tortuguero no llega cualquier turista. Solamente llega el amante de la naturaleza. Para presevar Tortuguero como el tesoro natural que es urge tratar las aguas. Hacemos un llamado al ministro de Ambiente para que nos atienda pronto. La comunidad, los hoteleros y la prensa de la zona tenemos un frente común en este tema. Sólo faltan las autoridades del parque.
También urge ponernos de acuerdo con respecto al rastreo, que es una práctica oportuna para evitar que el turismo afecte al desove. Si una tortuga se topa con turistas antes de entrar al trance del desove, se devuelve al mar sin desovar. La comunidad encontró una fórmula para evitar ese problema. Se llama rastreo. Consiste en que alguien de la comunidad cuida del proceso de la tortuga y lleva a los turistas sólo cuando su presencia ya no es nociva. El problema es que en los últimos años fue manejado por un grupo que aparentemente no dio cuentas claras del dinero generado. Las autoridades del parque no pueden darle esa misión a quienes no han dado cuentas claras del dinero generado. Otros grupos han administrado el rastreo de tortugas con éxito. El pueblo tendrá un muelle comunal gracias a los recursos generados por ese grupo. Por todo esto que he comentado nos urge que el ministro de Ambiente nos atienda.