Pero a principios del siglo 19, la mayoría de los nicoyanos de aquel entonces sabía con exactitud si ellos pertenecían a León de Nicaragua o a Costa Rica.
Y así fue como durante 24 años, este pedacito de tierra de tan solo 10 mil kilómetros cuadrados, aunque era parte de Costa Rica por motivos administrativos, seguía estando integrado a Nicaragua por sus contactos económicos y religiosos.
Ya para 1824, nuestro país cansado de estar pidiendo prestados los votos del Partido de Nicoya, que era en realidad como una alcaldía, les sugiere anexarse, tal como lo explica el historiador Luis Mora Mora.
Inserción: “Surge la posibilidad después de la invitación de Costa Rica de anexarse a Costa Rica, ya en la totalidad en lo político y en económico y bueno, en un largísimo proceso que lleva a hasta el día de hoy en lo cultural y lo social, verdad. La anexión no es como se ha creído, tanto así que en 1824 a 1838 hay una serie de de cabildos y de movimientos a lo interno del partido, porque la gente de Guanacaste están opuestos a esta elección y es muy lógico, ellos tienen todos sus vínculos con León, no con Costa Rica”
Pero, como ya es historia, los guanacastecos sí terminaron aceptando a Costa Rica; pero después de varias consultas populares y movimientos sociales que duraron 14 años, y por eso es que este 25 de julio se cumplen 186 años de su anexión a nuestro país.
Y, gracias a esta sabia decisión, hoy Costa Rica cuenta con ese poderoso aporte a toda nuestra nacionalidad, que se refleja en todos los aspectos de la cultura costarricense y que incluso ayudan a definirla.
Desde la comidas típicas hasta la música y las leyendas, podemos decir hoy en día que esa cuarta parte del territorio aporta el 90% de los símbolos que identifican a Costa Rica, desde la marimba hasta las tortillas guanacastecas.
Y mejor lleguemos hasta aquí porque no solo nos da hambre, sino que nos acordamos de las fiestas de la anexión, que ya se están celebrando en toda la provincia, y aquí no trabaja nadie.
Colaboración de la periodista Sharlin Arcia
