En el cierre de la Cumbre de Río, celebrada en Cancún, México en el estado de Quintana Roo,  nuestro presidente saliente, el Dr. Oscar Arias, afirmo el deber que tenemos los países amigos de auxiliar al pueblo de Honduras,  “Es lamentable que esta Cumbre por la Unidad haya países que se armen los unos contra los otros y es lamentable también que esté ausente el gobierno de Honduras cuyo pueblo es victima del militarismo y no merece un castigo, sin auxilio.”  Lo importante de recalcar en esta denuncia presidencial  es el hecho de cómo podemos avanzar sin naciones como Honduras que no son invitadas, amparándose  a la suspensión ordenada por la Organización de Estados Americanos. Si nos ubicamos en el contexto real de las cosas, lo cierto es que la suspensión se dio por darse el rompimiento constitucional en Honduras tras el golpe militar, pero en noviembre del año pasado se dieron elecciones donde salió electo Porfirio Lobo y el mes pasado asumió como presidente, lo que nos hace ver que Honduras volvió por las sendas de la democracia y que lo que ahora este gobierno requiere es respaldo. El pueblo Hondureño ha sido valiente en tratar de salir de su crisis, de buscar una reconciliación interna y mostrarse como una nación que desea salir adelante. 

La brisa de las hermosas playas de Cancún  debe servir de escenario para que los presidentes de América Latina reflexionaran y colaboraran con Honduras de forma positiva.  Es necesario que Honduras se incorpore pronto a la recién creada Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.

Los Hondureños deben volver a los foros internacionales y recibir la oportunidad y auxilio que Estados como los nuestros requieren para avanzar y soñar con que en un día no muy lejano, el hambre y la ignorancia será solo un triste recuerdo.