Orlando Castro Quesada

Orlando Castro Quesada

El pronunciamiento de la Corte Internacional viene a poner los puntos sobre la íes, al confirmar que los militares sandinistas deben salir de la Isla Calero, inmediatamente, en tanto ese organismo no emita su fallo final. Esa ha sido una de las principales posiciones defendida por el Gobierno de la República, en los diferentes foros internacionales a los que ha recurrido, desde que se inició el actual conflicto.
Ahora, nuevamente, le corresponde a las autoridades sandinistas, acatar y respetar lo dicho por la Corte Internacional pero también es responsabilidad de nuestro gobierno, vigilar, celosamente, por el cumplimiento de las medidas cautelares, para así asegurarse que el daño ecológico no siga aumentando en esa zona del territorio nacional, tal como lo dice, en su pronunciamiento, la Corte Internacional de Justicia.
La actual crisis con un gobierno nicaragüense, ha puesto en evidencia la impostergable necesidad de que le busquemos a la tica, una solución de fondo a esta vieja y muy añeja costumbre de algunos gobernantes nicas, de usarnos para desviar la atención de su pueblo, ante los muy urgentes problemas y mayores necesidades que tiene la sociedad nicaragüense y que evidentemente esos gobernantes no han sabido resolver, ya sea por incapacidad o simplemente, porque no les interesa hacerlo. Pero lo que si es claro es que algunos de esos altos funcionarios públicos, después de su paso por la administración pública, han visto aumentar sus patrimonios de manera inexplicable, cuando su pueblo se empobrece más, cada día.
Con independencia del pronunciamiento, Costa Rica debe asumir con seriedad y patriotismo la búsqueda de un mecanismo a lo tico, que resuelva en forma definitiva el foco de esos casi que endémicos conflictos por el Río San Juan.
Y al decir a lo tico, se debe entender, con estricto apego al ordenamiento jurídico nacional e internacional, sin violencia pero sí con gran y manifiesta valentía, para que le quede muy claro a los sandinistas y al mundo entero, que este pequeño país tiene una gran dignidad y una soberanía que no son negociables, bajo ningún concepto.
Este pronunciamiento no implica el fin del proceso, es solo una de las batallas jurídicas que hay que dar. El tema quedará definido, en unos tres o cuatro años, por la Corte Internacional de la Haya, cuando este cuerpo emita un fallo final que responda en todos sus alcances a los reclamos que el Gobierno de la República ha detallado, cuando interpuso la demanda en contra de las acciones emprendidas por Edén Pastora y apoyadas por el presidente sandinista Daniel Ortega.
Las y los nicaragüenses, en nuestro país y fuera de él, deben estar tranquilos de que no serán objeto de maltrato o persecución alguna por parte de las y los ticos  pues el conflicto y la decisión de la corte internacional están supeditados, exclusivamente, a las acciones violatorias del nuestro territorio nacional, por parte de un político que todavía no acaba de comprender, que el ser presidente de un país, es ciertamente el máximo honor, la mayor confianza y un superior compromiso que una o un ciudadano puede tener, con quienes lo han escogido para llevar a su patria por mejores rutas hacia un crecimiento económico, social y político, justo, en libertad y paz social pero jamás por el rumbo que tiene, en la actualidad, el hermano pueblo de Nicaragua.
El pronunciamiento de la Corte Internacional viene a poner los puntos sobre la íes, al confirmar que los militares sandinistas deben salir de la Isla Calero, inmediatamente, en tanto ese organismo no emita su fallo final. Esa ha sido una de las principales posiciones defendida por el Gobierno de la República, en los diferentes foros internacionales a los que ha recurrido, desde que se inició el actual conflicto.
Por la acción de un oficial de tránsito, que me hizo una boleta de infracción según él, por estar mal estacionado pero además me retiró ambas placas, con lo que me obligaba a tener que llamar a camión plataforma para llevarme mi carro o dejarlo en la vía pública nuevamente infringiendo la ley. Mejor los dejo con la duda sobre lo qué hice ese día.
Pero lo anterior, es apenas un tercio del cuento, la punta del iceberg pues tenía que recuperar las placas para poder usar mi carro. Ingenuamente, entré en la página de Internet del Cosevi, según yo, para informarme sobre cómo debía proceder pero la verdad es que esto fue en vano. Así que decidí ir hasta el Cosevi, sin saber para adónde ir y mucho menos qué hacer. Una vez allí, seguramente, la expresión de mi cara manifestaba gran desconcierto e ignorancia, porque, apenas había llegado, cuando fui abordado por una persona, que amablemente, se ofreció a darme su asistencia, al inicio pensé que era por solidaridad pero en un par de minutos, me di cuenta de mi equivocación pues estaba frente a un diestro profesional en enfrentar a la tramitología pública.
Obviamente, como todo profesional esa persona esperaba de mi parte una “justa” remuneración económica, por su importante conocimiento para resolver, en poco tiempo, los avatares en los que me iba a ver envuelto. Le agradecí su ofrecimiento profesional y me dirigí hacia la oficina respectiva, ignorando en mucho el vía crucis burocrático, que me esperaba. A la puerta un guarda de seguridad, con cara de pocos amigos, lógico pensé nada más aburrido que estar aquí, me increpó de por qué estaba ahí, le expliqué y sin decir palabra, levantó una de sus manos y me enseñó una ventanilla, a la cual me dirigí.
La dama a cargo esa ventanilla, me indicó que antes debía ir a sacar una certificación de que no tenía partes pendientes, me señaló el lugar, volví a ver y había unas treinta personas adelante. Haciendo un gran esfuerzo mental y con mayor resignación, me dirigí hacia ese lugar a esperar mi turno pero cuando pasé a la par de una pizarra donde están las instrucciones sobre qué se debe hacer y cuáles papeles se deben llevar. Rápidamente descubrí que había hecho en vano mi viaje de casi una hora hasta el Cosevi pues el carro está a nombre de una sociedad anónima, por lo que debía presentar una serie de documentos que no tenía conmigo.
El siguiente día, volví al Conavi, esta vez, según yo, armado hasta los dientes, con todos los papeles que se indicaban en la pizarra informativa, que me había salvado de hacer una fila de treinta personas para nada. En las cercanías del edificio de Infracciones, volví a ver al profesional en abreviar la tramitología pública, quien está vez se mantuvo a distancia. Entré pasado medio día y comencé como bola de pin pon de una ventanilla a otra, de un piso a otro y de un edificio a otro. Faltando unos cinco minutos para las tres de la tarde, la impugnación estaba presentada y me entregaron mis placas. Cuando salía, pasé a la par del profesional en enfrentar a la burocracia, quien me dijo algo como: Ve patroncito, como no era cuento de que iba a palmar muchas horas, por no hacerse asesorar de un experto. No le dije nada pero pensé que no dejaba de tener razón y mucha pues quien no sabe, es como el que no ve y con esta burocracia pareciera que no hay otra manera. ¿Usted qué hubiera hecho?
Por la acción de un oficial de tránsito, que me hizo una boleta de infracción según él, por estar mal estacionado pero además me retiró ambas placas, con lo que me obligaba a tener que llamar a camión plataforma para llevarme mi carro o dejarlo en la vía pública nuevamente infringiendo la ley. Mejor los dejo con la duda sobre lo qué hice ese día.

 

En estas fechas, donde aunque por conveniencia humana, dividimos el tiempo en días, semanas y años, estamos a punto de finalizar este dos mil diez, en el cual vivimos alegrías y tristezas, donde obtuvimos éxitos pero también fracasos, donde dejamos que nuestras debilidades afloraran y, aún sin querer, lastimamos con ellas a alguien pero también hicimos lo propio con vuestras virtudes y gracias a ellas, le hicimos más llevadera la vida a alguien.
Si bien, no podemos llorar sobre el agua derramada pues el pasado ya no lo podemos cambiar, lo hecho, hecho está pero si podemos aprender de nuestras acertadas y erradas experiencias. El ser humano es el único animal que tiene la capacidad intelectual para aprender de sus vivencias, por lo que antes de hacer nuestra lista de propósitos a cumplir para el próximo año, deberíamos darle una ojeada a todo aquello que nos impidió cumplir los anhelos con los que iniciamos este dos mil diez. Solo así podremos estar en posibilidad de ser exitosos en la consecución de las metas y propósitos para el año que a pocas horas se inicia.
El año nuevo es una oportunidad para que hagamos un alto en nuestras vidas y nos preguntemos, sinceramente, sobre qué es lo que realmente debe ser importante en nuestras vidas; podría ser nuestra salud física, mental y espiritual o tal vez, deberíamos incluir también a nuestras relaciones de afecto, esas que nos alegran el corazón, cada vez, que encontramos a una de esas personas sujetas de nuestro cariño; esas que están por encima del bien y el mal, a quienes no podemos dejar de amar, a pesar de que, no sean como nosotros quisiéramos que fueran, desde nuestra perspectiva personal.
Quizás otro de los propósitos para el dos mil once, debería ser que haremos nuestro mejor esfuerzo para que toda persona que se acerque a nosotros, encuentre a un ser humano sensible a su condición humana y solo por ello, lo tratemos con todo respeto y consideración, como también nos gustaría ser tratado.
Para finalizar, también deberíamos pensar en nuestras metas profesionales, laborales, esas que tienen que ver con la manera con que conseguimos nuestros ingresos para satisfacer nuestras necesidades materiales y familiares y proponernos hacer lo mejor.
Debemos estar agradecidos por tener un trabajo y si no lo tenemos, confiar en que pronto algo nos saldrá. Debemos ser optimistas ante el año que estamos a punto de iniciar pero también debemos ser lógicos y menos sentimentales a la hora de proponernos nuestras metas y propósitos a cumplir, solo así estos serán verdaderas guías para nuestro caminar a lo largo de todo este dos mil once.
Dios derrame sus abundantes bendiciones hoy siempre sobre ustedes, amables oyentes de este su programa Panorama y sobre todos seres amados, para que el dos mil once, les traiga muchas más alegrías que tristezas, muchos más éxitos que retrocesos y mucho más paz personal y familiar que angustia. Feliz dos mil once.
En estas fechas, donde aunque por conveniencia humana, dividimos el tiempo en días, semanas y años, estamos a punto de finalizar este dos mil diez, en el cual vivimos alegrías y tristezas, donde obtuvimos éxitos pero también fracasos, donde dejamos que nuestras debilidades afloraran y, aún sin querer, lastimamos con ellas a alguien pero también hicimos lo propio con vuestras virtudes y gracias a ellas, le hicimos más llevadera la vida a alguien.
El próximo 21 de enero, los trabajadores del Sindicato de Japdeva, Sintrajab, nuevamente, tendrán la gran oportunidad de decidir si siguen amarrados a una situación que, por años de años, los ha tenido postrados ante una dirigencia que pareciera tener en su mira otras motivaciones que sus tareas sindicales, o si vuelven a apoyar al grupo destituido por la Sala IV, que tiene una propuesta diferente pues entienden distinto la tarea a realizar, donde la confrontación como recurso, quedaría atrás, para dar espacio a un diálogo virtuoso entre todos quienes quieren y necesitan construir un mejor Limón.
Por años, Sintrajab ha tenido una dirigencia anquilosada, ineficaz y concentrada en lograr convenciones colectivas que sangraban a la institución, al tiempo que reducían su eficacia y eficiencia, sin comprender que, a la larga, esto iba a incidir directamente en contra de  los intereses de los mismos trabajadores y sus familias. Es lógico que la mayoría de los afiliados de Sintrabaj se cansara de darle tiempo a esta dirigencia que, en tanto tiempo, muy poco hizo para mejorar sus vidas y cansados de esperar, se decidieran por un cambio, al apoyar a un grupo de personas comprometidas con una forma distinta de hacer las cosas en Sintrajab y así mejorar, efectivamente, el nivel de sus vidas y de sus familias.
Me explicaron los señores Rogelio Williams y Douglas Brenes, integrantes de la destituida dirigencia por acción de la Sala IV, que en Japdeva, existe un grupo de suplentes, integrado por seiscientos trabajadores; estas personas se supone que son llamadas a sustituir a quienes se ausentan de sus puesto de trabajo, por vacaciones o períodos de incapacidad por enfermedad, sin embargo, algunos de sus integrantes, según los registros que me mostraron, tienen años sin laborar en Japdeva
A esos integrantes del grupo de suplentes, irónicamente, parece que ahora les dicen, que se quedaran sin oportunidad de trabajar en Japdeva, si el grupo de don Rogelio y don Douglas, sale reelecto y reitero que es irónico este decir, porque, mucho tiempo, estos trabajadores, han vivido en carne propia, el no haber sido considerados por esa vieja dirigencia sindical, para lograr nombramientos permanentes en Japdeva, tal vez, por no manifestarse como incondicionales de la anquilosada y desgastada dirigencia sindical.
Más bien, si el grupo de don Rogelio y don Douglas, es reelegido, sin duda, esas personas tendrían una gran oportunidad de llegar a ser trabajadores regulares pues de los actuales funcionarios, hay un número muy importante de ellos, que piensa aceptar la indemnización ofrecida por el Gobierno, para retirarse de la institución, con lo que quienes están ya como suplentes, según me aseguraron don Rogelio y don Douglas, serán los primeros en ser considerados, para llenar estos puestos que quedarían vacantes.
Si los suplentes y todos los demás integrantes de Sintrajab, analizan su actual situación objetiva e inteligentemente, no lo pensarían dos veces, en acudir a las urnas, el próximo veintiuno de enero y darle masivamente su apoyo al nuevo grupo, liderado por don Rogelio y don Douglas, quienes han hecho propuestas efectivas, visionarias y concretas para buscar cómo generar un mayor bienestar para todas y todos los miembros de Sintrabaj y para Limón.
El próximo 21 de enero, los trabajadores del Sindicato de Japdeva, Sintrajab, nuevamente, tendrán la gran oportunidad de decidir si siguen amarrados a una situación que, por años de años, los ha tenido postrados ante una dirigencia que pareciera tener en su mira otras motivaciones que sus tareas sindicales, o si vuelven a apoyar al grupo destituido por la Sala IV, que tiene una propuesta diferente pues entienden distinto la tarea a realizar, donde la confrontación como recurso, quedaría atrás, para dar espacio a un diálogo virtuoso entre todos quienes quieren y necesitan construir un mejor Limón.
En los últimos tiempos, distintos grupos fundamentalmente feministas, en algunos países, han logrado legalizar el aborto.
Uno de sus principales argumentos es el derecho que tiene toda mujer a decidir sobre su cuerpo. Esta afirmación es válida solo a medias pues cuando una mujer queda embarazada y decide abortar, no solo está decidiendo sobre su cuerpo, sino que también lo haciendo por ese ser indefenso que comienza a desarrollarse dentro de su vientre y quien lo único que necesita para ser llegar a ser tan humano como aquella dentro de la cual se está desarrollando, es solo tiempo pues todas las características humanas ya las posee.
Nadie o muy poca gente cuando analiza este escabroso tema del aborto, se refiere a profundidad y al hecho ineludible sobre cómo salieron embarazadas la mayoría de las mujeres que buscan hacerse un aborto.
Sin pretender jugar a adivinador, creo que la inmensa mayoría fue porque tuvieron relaciones sexuales, por intereses muy ajenos a quedar embarazadas. Ejercieron su derecho a decidir sobre su cuerpo pero obviamente no lo hicieron teniendo claro los riesgos y consecuencias de poder eventualmente quedar embarazadas.
Cuando una persona toma decisiones haciendo uso de sus legítimos derechos, debe tener muy claro que al ejercicio de cualquier derecho, va tener consecuencias, las que debemos asumir sin argumentación alguna pues son los efectos de nuestra libre y voluntaria decisión de ejercerlo.
Una situación muy difícil de afrontar y resolver es cuando el embarazo es producto de un acto tan despreciable, vil y hasta de poca hombría, como es una violación.  No hay la menor duda que esta circunstancia simplemente, es demoledora para la víctima y como tal exige un análisis y tratamiento muy particular de acuerdo a cada una de las víctimas, para encontrar la mejor, ética y moral alternativa a seguir.
Sin embargo, me temo que estadísticamente ese número no sería tan significativo como para justificar que se promulgue una legislación que autorice a matar a inocentes que no fueron tomados en cuenta a la hora de ser engendrados.
En estamos en una época donde las personas exigen a gritos les respeten sus derechos pero no están en ningún momento, anuentes a respetar con la misma vehemencia y disposición los derechos de los demás. Sobretodo si estos, de alguna forma, van en contra de la propia conveniencia o son consecuencia directa de sus propias acciones.
También estamos en un tiempo en que la defensa de los derechos humanos ha alcanzado un nivel sin comparación posible con épocas anteriores, sin embargo, paralelamente, se están ignorando las responsabilidades conexas al ejercicio de cualquier tipo de derecho y de forma muy especial en violentar los derechos de quienes no tienen forma de reclamar el debido respeto a los derechos suyos.
En los últimos tiempos, distintos grupos fundamentalmente feministas, en algunos países, han logrado legalizar el aborto.
Uno de sus principales argumentos es el derecho que tiene toda mujer a decidir sobre su cuerpo. Esta afirmación es válida solo a medias pues cuando una mujer queda embarazada y decide abortar, no solo está decidiendo sobre su cuerpo, sino que también lo haciendo por ese ser indefenso que comienza a desarrollarse dentro de su vientre y quien lo único que necesita para ser llegar a ser tan humano como aquella dentro de la cual se está desarrollando, es solo tiempo pues todas las características humanas ya las posee.
Nadie o muy poca gente cuando analiza este escabroso tema del aborto, se refiere a profundidad y al hecho ineludible sobre cómo salieron embarazadas la mayoría de las mujeres que buscan hacerse un aborto.
Sin pretender jugar a adivinador, creo que la inmensa mayoría fue porque tuvieron relaciones sexuales, por intereses muy ajenos a quedar embarazadas. Ejercieron su derecho a decidir sobre su cuerpo pero obviamente no lo hicieron teniendo claro los riesgos y consecuencias de poder eventualmente quedar embarazadas.
Desde hace años, he oído a algunos sectores de nuestra sociedad, vociferar, cerrar calles y hasta hacer destrozos a la propiedad de otros, como agresiones físicas, según quienes así actúan por la defensa de eso que llaman Soberanía. Sin embargo, siempre he tenido mis serias dudas, si el término está tan bien definido y claro para quienes así actúan.
Lo anterior, lo traigo a colación por la actual situación en nuestra frontera norte, donde efectivos del Ejército Sandinista, se han afincado en el territorio nacional pero además están destruyendo el medio ambiente del área invadida.
Por lo tanto, existen dos afrentas, la primera, es el irrespeto a nuestro territorio al entrar al país con fuerzas militares, sin la debida autorización de nuestra Asamblea Legislativa, o sea nuestra soberanía ha sido y es violentada. Y la segunda, es la destrucción del entorno ecológico de un área declarada protegida por nuestra legislación de protección ambiental.
Uno no puede menos que preguntarse por qué los grupos que, tradicionalmente, han puesto su grito al cielo, exigiendo respeto a nuestra soberanía, como cuando los vimos moverse a lo largo y ancho del territorio nacional, oponiéndose al TLC con Estados Unidos pero en esta ocasión, no han hecho una simple declaración, que deje claro su manera de interpretar la acción abusiva e irrespetuosa del gobierno sandinista.
Pero también llama la atención como el diputado del Frente Amplio, José María Villalta, quien hace unos días, fue a la provincia de Guanacaste, a apoyar a unos manifestantes, quienes ante las cámaras de un programa del canal televiso de la UCR, a voz en cuello, en las afueras de un hotel de playay en la cara de su representante legal, gritaban ASESINOS, ASESINOS, ASESINOS;supuestamente, este señalamiento era por haber destruido, según su decir, una parte del área marina para construir el inmueble.
Uno no puede menos que preguntarse sobre por qué estas personas y específicamente el diputado Villalta, no se pronuncian libre, oportuna y transparentemente, como todavía se puede hacer en Costa Rica, sobre lo que está sucediendo en la isla Calero, donde la naturaleza está sufriendo grave daño. Esto para que así, las y los costarricenses quedemos claros e informados de sus posiciones y por quienes realmente dan sus luchas.
Ser un verdadero patriota implica que mi primera responsabilidad, es con Costa Rica, no con mi ideología, con un partido político,tampoco con las amistades que la comparten y me acompañan en mi militancia peromucho menos con quienes de manera abusiva y sin el menor respeto a la soberanía de otro país, se autoproclama autorizado a hacer lo que se le ocurra en el país invadido sin más ni más, violentando así el derecho internacional.
El pueblo y Costa Rica creo, sin ningún temor a equivocarme, que esperany les agradecería que ustedes, a quienes se refiere este comentario,que se pronuncien; no para incomodarlos, ni perseguirlos,  y mucho menos, para que sean las víctimas de la intolerancia de nadie, sino solo para saber, realmente, qué entienden ustedes por soberanía y ecología, así como, para saber al servicio de quién y de qué intereses están.
Desde hace años, he oído a algunos sectores de nuestra sociedad, vociferar, cerrar calles y hasta hacer destrozos a la propiedad de otros, como agresiones físicas, según quienes así actúan por la defensa de eso que llaman Soberanía. Sin embargo, siempre he tenido mis serias dudas, si el término está tan bien definido y claro para quienes así actúan.
Este servidor antes de entrar a presentarles mi comentario, considera pertinente decirles que soy una persona de mente muy abierta y respetuosa de las opiniones de las y los demás y no es la excepción a la diferenciación del género, últimamente exigida por algunas damas. Tanto así que en mis comentarios hago tal distinción, como una simple muestra de respeto y consideración hacia aquellas que consideran necesaria esa distinción.
Pero de ahí al exceso y hasta el exabrupto de una señora sindicalista, cuyo nombre no menciono por pena ajena, presentó un recurso ante la Sala Constitucional.contra algún párrafo de nuestro Himno Nacional, aparentemente, por considerarlo discriminatorio por machista. Realmente me parece y creo que es una acción abusiva e inoportuna, la que hizo esta señora de los derechos que la Constitución le ofrece a las y los ciudadanos.
Además si se quiere, la acción presentada fue insuficiente pues, en todo caso, siendo congruente con su pensamiento, debió incluir también en su recurso al Himno Patriótico al 15 de setiembre, específicamente donde dice. “Los hijos del pueblo…”, así como, cualquier otro himno y hasta canción que no haga la debida mención de ambos géneros.
La señora aludida debería pensar que no es la letra, sino su espíritu la que debe ser objeto de análisis y además tomar en cuenta que esa composición fue realizada por don José María Zeledón Brenes en 1903, en esos tiempos, nadie se ocupaba de esas trivialidades y luchas que son más porsemántica que por la defensa de derechos reales.
Por otro lado, es evidente que esa señora no tiene ni la menor idea de la gran saturación de trabajo que tiene la señora magistrada y los señores magistrados que conforman la Sala IV pues si la tuviera, honestamente no creo que se le hubiera siquiera ocurrido presentarles semejante ocurrencia, la cual además lejos de dignificar a las mujeres, casi que más bien, les baja el piso, al exponerlas a la burla porque una mujer hizo una reclamación que, seguramente, la mayoría de las mujeres no comparte.
Por favor, señora y todas y todos los demás costarricenses, hoy la Patria tiene muy graves asuntos que enfrentar y resolver, como son las irreparables pérdidas en vidas humanas ylos destrozos en viviendas e infraestructura pública, producto de las inclemencias del tiempo. La guerra no declarada que, a diario, se libra en nuestras ciudades, producto de una violencia que casi parece ser incontrolable. Así como, el cíclico problema con los políticos de turno de Nicaragua, que buscan crear conflicto cuando tienen algún interés político para perpetuarse en el poder, aun a costa de saber que han mantenido al pueblo hermano de Nicaragua sumido en la pobreza y la desesperanza.Para que alguien salga con un domingo siete como el que motiva este comentario.
Por eso digo: Está bueno el culantro pero no tanto.
Este servidor antes de entrar a presentarles mi comentario, considera pertinente decirles que soy una persona de mente muy abierta y respetuosa de las opiniones de las y los demás y no es la excepción a la diferenciación del género, últimamente exigida por algunas damas.
Tanto así que en mis comentarios hago tal distinción, como una simple muestra de respeto y consideración hacia aquellas que consideran necesaria esa distinción.

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