Viernes, 07 Octubre 2011 05:34

LOS DUENDES DE LA VASENILLA

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Esta Leyenda tiene como título Los duendes de la Vasenilla
Ña Rafaela, una viejecita rechoncha y tuerta es una de las mejores desgranadoras de maíz y la rezadora del barrio por excelencia.
Ella como muchas otras desgranadoras sabe muy bien cuando se le pregunta de duendes y de las malicias que han sido víctimas por parte de estos.
“Son unos chiquillos barbudos, tienen las orejas puntiagudas como las de un perro y sus paticas como las de  un gallo, la reconozco muy bien porque fíjese que cuando yo me criaba en las fincas de la Caja allá por el Río Virilla siempre veía sus huellas en el arenero”
- “Yo sé que a los niños que se llevaban nunca les hacía daño solo querían vacilar con ellos, así son ellos de confisgaos”
Ña Rafaela comenta que si los duendes ponen pie en una casa, hay que tratarlos con benevolencia porque si no, dejan todo de cabeza.
- “Si aste no los trata bien, le llenan la cocina de excremento, le vuelcan los comales con comida, le asustan los animales de la casa por eso pa que no molesten hay que hacerse el tonto de que están ‘ay’ como si no los viera”.
Pero Ña Rafaela tiene una historia de duendes que contar y la cual relata con jocosidad.
-“ Yo miacuerdo que allá por el Barrial vivía toda la familia Reyes Vargas en una casita que estaba en la mitá del potrero y no van llegando los condenados duendes a emporrarle la casa a los pobres, no los dejaban tener vida”
-“Dicen que dizque estaban ‘namoraos’ de las muchachas del señor Reyes, fijate”
Con bastante afán, Ña Rafaela afirma que los duendes rompieron la paz en ese hogar, al punto que la situación era imposible de aguantar, por lo que la familia Reyes Vargas optó por mudarse a un lugar donde los duendes no llegaran.
Pero para eso, debían alistar todo silenciosa y sigilosamente para que los duendes no se percataran de la mudanza.
-“Y entonces Ñor Reyes, se jue a traer dos carretas y un día a medio día echó a la familia en una carreta y en otra los chunches de la casa, y se jueron potrero pa arriba”
-“ Cuando ya habían caminado como un cuarto de hora, Ña Damiana la mujer de Ñor Reyes no se va acordando que había olvidado algo! Y le grita al esposo ¡Sabes que dejamos olvidado la “Vesenilla”! ¿Y ahora qué hacemos?
Y ‘dende’ debajo de la carreta se va escuchando una carcajada como de chiquillo y una vocecita dijo: (Risas quisquillosas)
“Pero no se preocupe, que aquí se lo llevamos”.
GUION: MONICA ZUMBADO CHACON
NARRADOR Y VOZ DEL DUENDE: RONNY QUESADA BOLAÑOS
ADAPTACION DEL LIBRE: LEYENDAS COSTARRICENSE, COMPILADO POR ELIAS ZELEDON.
UNA PRODUCCION DE LA CAMARA NACIONAL DE RADIO Y PANORAMA.
Esta Leyenda tiene como título Los duendes de la Vasenilla
Ña Rafaela, una viejecita rechoncha y tuerta es una de las mejores desgranadoras de maíz y la rezadora del barrio por excelencia.
Ella como muchas otras desgranadoras sabe muy bien cuando se le pregunta de duendes y de las malicias que han sido víctimas por parte de estos.
“Son unos chiquillos barbudos, tienen las orejas puntiagudas como las de un perro y sus paticas como las de  un gallo, la reconozco muy bien porque fíjese que cuando yo me criaba en las fincas de la Caja allá por el Río Virilla siempre veía sus huellas en el arenero”
- “Yo sé que a los niños que se llevaban nunca les hacía daño solo querían vacilar con ellos, así son ellos de confisgaos”
Ña Rafaela comenta que si los duendes ponen pie en una casa, hay que tratarlos con benevolencia porque si no, dejan todo de cabeza.
- “Si aste no los trata bien, le llenan la cocina de excremento, le vuelcan los comales con comida, le asustan los animales de la casa por eso pa que no molesten hay que hacerse el tonto de que están ‘ay’ como si no los viera”.
Pero Ña Rafaela tiene una historia de duendes que contar y la cual relata con jocosidad.
-“ Yo miacuerdo que allá por el Barrial vivía toda la familia Reyes Vargas en una casita que estaba en la mitá del potrero y no van llegando los condenados duendes a emporrarle la casa a los pobres, no los dejaban tener vida”
-“Dicen que dizque estaban ‘namoraos’ de las muchachas del señor Reyes, fijate”
Con bastante afán, Ña Rafaela afirma que los duendes rompieron la paz en ese hogar, al punto que la situación era imposible de aguantar, por lo que la familia Reyes Vargas optó por mudarse a un lugar donde los duendes no llegaran.
Pero para eso, debían alistar todo silenciosa y sigilosamente para que los duendes no se percataran de la mudanza.
-“Y entonces Ñor Reyes, se jue a traer dos carretas y un día a medio día echó a la familia en una carreta y en otra los chunches de la casa, y se jueron potrero pa arriba”
-“ Cuando ya habían caminado como un cuarto de hora, Ña Damiana la mujer de Ñor Reyes no se va acordando que había olvidado algo! Y le grita al esposo ¡Sabes que dejamos olvidado la “Vesenilla”! ¿Y ahora qué hacemos?
Y ‘dende’ debajo de la carreta se va escuchando una carcajada como de chiquillo y una vocecita dijo: (Risas quisquillosas)
“Pero no se preocupe, que aquí se lo llevamos”.
GUION: MONICA ZUMBADO CHACON
NARRADOR Y VOZ DEL DUENDE: RONNY QUESADA BOLAÑOS
ADAPTACION DEL LIBRE: LEYENDAS COSTARRICENSE, COMPILADO POR ELIAS ZELEDON.
UNA PRODUCCION DE LA CAMARA NACIONAL DE RADIO Y PANORAMA.
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