Martes, 04 Febrero 2014 09:27

El costarricense del ayer y hoy

 

El costarricense del ayer y hoy
Con respecto, a lo estudiado sobre el concepto del costarricense de hoy, habría que decir que ha variado grandemente, y esto se da desde las diferentes etapas de la vida del ser humano, a la influencia de los diferentes factores políticos, económicos, sociales y culturales.

 

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Con respecto a Costa Rica, podemos decir que desde tiempos de la Colonia, la época de nuestros abuelos la vida transcurría tranquilamente, ya que las personas eran más sencillas y humildes y eran conscientes de la responsabilidad e importancia del núcleo familiar, se preocupaban por la alimentación, ya que ellos mismos sembraban sus alimentos. Realmente valoraban y respetaban a cada miembro de la familia desde el niño, joven y adulto mayor, no se daba importancia a los productos nuevos, ya que la infraestructura de los comercios no eran tan factible para la mayoría de personas de dicha época, no existía mayor interés por tener lo último de la moda, y las marcas pasaban desapercibidas.
En ese momento, lo más importante para los niños, era jugar con la rueda de la bicicleta, la hamaca en el palo de guayaba, jugar con un pedazo de caja de nave espacial, jugar con el caballito de palo, majar los charcos después de la lluvia, las familias criaban a los muchachos con altos valores morales, espirituales y sociales, les enseñaban los principios de urbanidad y que se cumplían al pie de la letra, se saludaba desde el peón de la finca, a la secretaria, al gerente o al jefe.
Entramos al siglo XXI, donde empieza a darse el proceso nuevo de adaptación a la era moderna, donde las personas tienen que actualizarse con las nuevas tendencias de los supuestos países del primer mundo que poco a poco va influenciando a que exista un cambio casi radical, y empezamos a olvidar nuestras raíces, dándose la gran palabra de moda “globalización”, que hace que lo sencillo se haga, parezca y sea aún más sencillo, y por supuesto, el gran boom para rematar, la tecnología que avanza a pasos agigantados y que cada día va cambiando nuestras mentes y forma de pensar, donde empieza a querer gobernar el yo, la soberbia, la incomprensión y el que me importa a mí, y nos volvemos cada día más egoístas. En donde notamos que cada vez los valores básicos se están perdiendo, que la presencia de Dios se pierde, cada día y cada vez más, los jóvenes hacen lo que ellos quieren.
A veces me pregunto ¿Qué será de nuestra sociedad?, ¿Por qué nadie quiere hacer el cambio?, ¿Y cómo será en el futuro? Porque si cada uno de nosotros, no realizamos el cambio entonces ¿Quién lo hará?

Renato Andrés Castillo Jiménez.

 

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