Las gargantes van quedando sin fuerza de tanto que se grita con la anotación de cada gol. Banderas ondeando sobre mares de gente vistiendo con orgullo camisetas rojas. Niños y grandes sonrien exibiendo la tricolor en las mejillas, los comercios ofrencen premios y juegos para seguir disfrutando la algarabia patriotica.
Todo parece lucir de maravilla, sin embargo para no empañar momentos históricos mundialistas, las familias deben ponerse de acuerdo con detalles significativos como el respeto por lo miembros del hogar que no desean ver los partidos y hasta les molestan este tipo de eventos, deben contar con un lugar tranquilo que no generar malestar.
Por otro lado pueden ayudarse creando un cronograma de actividades donde no se atropellen ni vayan a quedar resentidos. Por ejemplo el día del juego contra Costa Rica no es conveniente pedir al conyuge o hijos fanáticos del futbol que arreglen un techo de la casa, o hagan el jardín o bañen a las mascotas, ya que se podría ver como una agresión.
La idea es compartir, gozar con buena voluntadad y equilibrio entre las labores y el placer frente a lo que acontece en el Mundial. No crear violencia en el hogar por los desacuerdos de estos días, ni tener exigencias, no tomar licor en demasia y simplemente disfrutar sanamente. Demostremos que somos los mejores en las canchas y en todos los hogares del país donde prevalecen siempre el trabajo y la paz.
María Ester Flores Sandoval