Lunes, 13 Diciembre 2010 08:02

Un Cuento de Navidad

Escrito por
Este cuento nos lo recibimos gracias a nuestro oyente Autor: Rodolfo R. Martínez López.
Narradora: Un viajero angustiado se movía de un lado a otro en la fila de espera del Aeropuerto, a su lado en una larga fila  un señor mayor, lo observaba con atención.
Alguien hablando por los parlantes: Por causa del mal tiempo el vuelo 2512 se encuentra retrasado por lo cual los pasajeros serán colocados en líneas aéreas colaboradoras; se ruega permanecer en sus puestos y se les asignará cupo según un distribución aleatoria realizada por computadora, para no favorecer  ni perjudicar a nadie.
Narradora: El joven se miraba angustiado y sus manos temblorosas transmitían su nerviosismo.
Anciano: ¡Joven!  ¿Qué le inquieta tanto?
Muchacho: Sabe, soy Agente Vendedor y he estado lejos de mi familia las 2 Navidades anteriores,  mi familia molesta por ello me ha reclamado y les prometí que este año sería diferente; que aunque el mundo se desplomara, nada evitaría que yo pasará esta Navidad con ellos.
Anticipé las reservaciones del caso y trasladé  previo mis compromisos para esa fecha; todo lo tenía planeado...pero ya vé, ¡se me olvidó controlar el clima!
Con esta terrible tormenta se retrasó mi vuelo, posiblemente no llegue y si no consigo cupo en el próximo, le quedaré mal a mi familia una vez más.
Narradora: Lentamente la fila empezó a moverse, hasta que le tocó el turno al joven en el mostrador del aeropuerto.
Secretaria: Lo siento señor pero le fue asignado cupo en el vuelo de mañana a las 8 am
Muchacho: Pero señorita...
Secretaria: Lo lamento señor pero fue el cupo que le fue asignado y no se puede hacer nada!... ¡el que sigue en la fila por favor!
Narradora: El vendedor salió de la fila y caminando como persona ebria `por su dolor haciendo zigzag y dando tumbos llegó hasta un asiento en la Salita de espera, donde se desplomó.
Anciano: ¿Cómo le fue joven?
Narradora: El hombre ni le contestó.
Anciano: ¡Oh, lo lamento!; yo si obtuve cupo para esta noche, pregunté si se podría cambiar con otro pasajero ya que yo no tengo prisa, pero la secretaria me dijo que no se permitirían los cambios, porque se produciría un caos con el equipaje. Lo siento.
Narradora: El joven hundió la cabeza entre sus manos  y sollozaba.
Muchacho: ¡Dios mío! ¿Cómo le puedo  fallar a mi familia  otra vez? Se que no he sido buen creyente ni practicante, pero si me estas oyendo ¡Te suplico encarecidamente que me ayudes!
Cuando regresemos lña segunda parte de esta historia de NAVIDAD, cuyo autor es Rodolfo R. Martínez López.
Este cuento nos lo recibimos gracias a nuestro oyente Autor: Rodolfo R. Martínez López.
Narradora: Un viajero angustiado se movía de un lado a otro en la fila de espera del Aeropuerto, a su lado en una larga fila  un señor mayor, lo observaba con atención.
Alguien hablando por los parlantes: Por causa del mal tiempo el vuelo 2512 se encuentra retrasado por lo cual los pasajeros serán colocados en líneas aéreas colaboradoras; se ruega permanecer en sus puestos y se les asignará cupo según un distribución aleatoria realizada por computadora, para no favorecer  ni perjudicar a nadie.
Narradora: El joven se miraba angustiado y sus manos temblorosas transmitían su nerviosismo.
Anciano: ¡Joven!  ¿Qué le inquieta tanto?
Muchacho: Sabe, soy Agente Vendedor y he estado lejos de mi familia las 2 Navidades anteriores,  mi familia molesta por ello me ha reclamado y les prometí que este año sería diferente; que aunque el mundo se desplomara, nada evitaría que yo pasará esta Navidad con ellos.
Anticipé las reservaciones del caso y trasladé  previo mis compromisos para esa fecha; todo lo tenía planeado...pero ya vé, ¡se me olvidó controlar el clima!
Con esta terrible tormenta se retrasó mi vuelo, posiblemente no llegue y si no consigo cupo en el próximo, le quedaré mal a mi familia una vez más.
Narradora: Lentamente la fila empezó a moverse, hasta que le tocó el turno al joven en el mostrador del aeropuerto.
Secretaria: Lo siento señor pero le fue asignado cupo en el vuelo de mañana a las 8 am
Muchacho: Pero señorita...
Secretaria: Lo lamento señor pero fue el cupo que le fue asignado y no se puede hacer nada!... ¡el que sigue en la fila por favor!
Narradora: El vendedor salió de la fila y caminando como persona ebria `por su dolor haciendo zigzag y dando tumbos llegó hasta un asiento en la Salita de espera, donde se desplomó.
Anciano: ¿Cómo le fue joven?
Narradora: El hombre ni le contestó.
Anciano: ¡Oh, lo lamento!; yo si obtuve cupo para esta noche, pregunté si se podría cambiar con otro pasajero ya que yo no tengo prisa, pero la secretaria me dijo que no se permitirían los cambios, porque se produciría un caos con el equipaje. Lo siento.
Narradora: El joven hundió la cabeza entre sus manos  y sollozaba.
Muchacho: ¡Dios mío! ¿Cómo le puedo  fallar a mi familia  otra vez? Se que no he sido buen creyente ni practicante, pero si me estas oyendo ¡Te suplico encarecidamente que me ayudes!
Cuando regresemos lña segunda parte de esta historia de NAVIDAD, cuyo autor es Rodolfo R. Martínez López.

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