Primero existe una gran atomización de la oposición al Partido Liberación Nacional en un gran número de poco significativos partidos políticos, lo digo con todo respeto, desde por el porcentaje de apoyo que el electorado les confiere. No obstante, ese insuficiente y manifiesto poco apoyo, no pareciera hacer poner los pies en la tierra a sus dirigentes como para que entiendan que de seguir así, al menos en la elección presidencial todos sin excepción serán perdidosos.
Segundo, el candidato aún sin oficializar del PLN pero sin rival, el ingeniero Johnny Araya Monge, ante la debilidad de sus opositores, tiene más que sobradas razones, para sentirse como el próximo Presidente de la República. Esto puede ser bueno o muy malo para su eventual gestión presidencial pues podría caer en un triunfalismo, a punto tal, que sienta que no tiene ninguna necesidad de elaborar propuestas para resolver los serios problemas y retos entre los que sobresalen la pobreza, la Educación, la Salud y en este campo la situación de la Caja Costarricense del Seguro Social, el Trabajo y la Producción.
Eso sería lo malo, sin embargo, podría suceder lo contrario, lo bueno para beneficio de Costa Rica y hasta para su eventual gestión presidencial y es que al sentirse triunfante y en apariencia, no tener que desgastarse en prepararse para enfrentar una ardua una campaña electoral, ocupe su tiempo a la investigación, estudio y análisis de la problemática nacional, consultando de manera amplia a quienes viven diariamente con ella en los diferentes campos y así de manera convergente, visionaria e inteligente elaborar un Plan de Gobierno, con iguales características, el cual de seguro, de ser atendido, por sus eventuales colaboradores en su eventual gobierno, le haría un gran beneficio a Costa Rica.
Los costarricenses tendremos que esperar para ver cómo evoluciona la situación en la oposición al PLN y para conocer el actuar de don Johnny en los próximos meses pues la elección del dos mil catorce debe ser vista con mucho cuidado por todos los costarricenses, dejando de lado intereses y pasiones particulares.