Jueves, 19 Agosto 2010 05:43

La humanidad se debate entre el dogmatismo, la ideología y la epistemología

Antes de ir más allá en este comentario, es necesario decir que dogmatismo es la presunción de quien considera sus opiniones ciertas, fuera de toda duda y discusión. Ideología es un conjunto de ideas fundamentales que caracterizan el pensamiento de una persona, una colectividad, una doctrina o una época.  Mientras que, la epistemología es la parte de la filosofía que trata de los fundamentos y los métodos del conocimiento científico; nada es cierto y todo debe ser probado antes de aceptarse.
Basta con hacer un breve análisis a la historia de la humanidad, para descubrir que las guerras, genocidios y demás barbaries y atrocidades, han sido cometidas por un evidente dogmatismo y en nombre de alguna ideología. Ambas producto de una manera de pensar total y absolutamente intolerante, que, simplemente, busca eliminar a quien no profesa las mismas ideas o peor aún, tiene una ideología diferente a la dominante. Se parte de la creencia de que solo yo tengo la razón, porque no me equivoco nunca, soy demasiado bueno como para eso.
Habrá quien, tal vez, de manera inconsciente, para calmar su conciencia,  piense que lo anterior, en realidad, no le incumbe personalmente pues afecta a los políticos, a las naciones pero esto no es así pues cuando recordamos la definición de ideología, que dice que es un conjunto de ideas que caracterizan el pensamiento de una persona, debemos estar más que claros en que también es un asunto personal, muy personal.
Cada vez, que comenzamos una simple discusión sobre un tema, el cual puede ser muy importante para el país o uno muy trivial, de una u otra forma, los argumentos usados, la mayoría de las veces, son el reflejo de nuestro subjetivo pensamiento, de nuestra ideología, la cual por ser nuestra, la asentamos y defendemos como si fuera la verdad absoluta y con ella se jugara la vida., aunque nunca haya sufrido un análisis.
Esa manera de pensar y actuar, generalmente,  proviene la mayoría de los conflictos entre la gente, que al fin de cuentas, no es otra cosa que un conflicto de egos. Estos también alimentan los prejuicios e intolerancia hacia quienes son diferentes, los que no pertenecen a nuestro mismo grupo, sea este país, raza, religión, partido político y hasta equipo de futbol, solo para citar algunos típicos ejemplos.
El debate de los asuntos de interés nacional, también reflejan ese mal del dogmatismo y de las ideologías, vimos como un tema tan técnico, cansador y aún más aburrido como fue el TLC, llegó a tal extremos, que algunos dijeron, con algún grado de razón, de que la sociedad costarricense se había fraccionado en dos bloques, a causa de ese tema. Mucha gente, en realidad, ni siquiera tuvo una ligera idea de lo que se trataba.
Debemos recordar que mayoritariamente el debate fue mucho más ideológico que epistemológico, donde unos y otros, prácticamente, evadían el intercambio inteligente y fundamentado de sus argumentos, para buscar la forma de desacreditar al interlocutor  y así desvirtuar sus argumentos. En esa ocasión se dijeron muchas mentiras y verdades a medias, por parte de ambas bandos, sobre los supuestos alcances, beneficios y perjuicios que el TLC podría acarrear. El análisis inteligente y objetivo dejó de ser importante, es más, personalmente, creo que nunca lo fue para la mayoría de quienes lo apoyaban o rechazaban.
Cuando las personas seamos menos dogmáticas, ideológicas y mucho más epistemológicas, estaremos sentando las bases para lograr una verdadera convivencia pacífica, donde las diferencias serían asumidas, por unos y otros, simplemente, como distintas formas de pensar y ver las cosas pero hasta ahí, sin agresión alguna por solo disentir.
Antes de ir más allá en este comentario, es necesario decir que dogmatismo es la presunción de quien considera sus opiniones ciertas, fuera de toda duda y discusión. Ideología es un conjunto de ideas fundamentales que caracterizan el pensamiento de una persona, una colectividad, una doctrina o una época.  Mientras que, la epistemología es la parte de la filosofía que trata de los fundamentos y los métodos del conocimiento científico; nada es cierto y todo debe ser probado antes de aceptarse.
Basta con hacer un breve análisis a la historia de la humanidad, para descubrir que las guerras, genocidios y demás barbaries y atrocidades, han sido cometidas por un evidente dogmatismo y en nombre de alguna ideología. Ambas producto de una manera de pensar total y absolutamente intolerante, que, simplemente, busca eliminar a quien no profesa las mismas ideas o peor aún, tiene una ideología diferente a la dominante. Se parte de la creencia de que solo yo tengo la razón, porque no me equivoco nunca, soy demasiado bueno como para eso.
Habrá quien, tal vez, de manera inconsciente, para calmar su conciencia,  piense que lo anterior, en realidad, no le incumbe personalmente pues afecta a los políticos, a las naciones pero esto no es así pues cuando recordamos la definición de ideología, que dice que es un conjunto de ideas que caracterizan el pensamiento de una persona, debemos estar más que claros en que también es un asunto personal, muy personal.
Cada vez, que comenzamos una simple discusión sobre un tema, el cual puede ser muy importante para el país o uno muy trivial, de una u otra forma, los argumentos usados, la mayoría de las veces, son el reflejo de nuestro subjetivo pensamiento, de nuestra ideología, la cual por ser nuestra, la asentamos y defendemos como si fuera la verdad absoluta y con ella se jugara la vida., aunque nunca haya sufrido un análisis.
Esa manera de pensar y actuar, generalmente,  proviene la mayoría de los conflictos entre la gente, que al fin de cuentas, no es otra cosa que un conflicto de egos. Estos también alimentan los prejuicios e intolerancia hacia quienes son diferentes, los que no pertenecen a nuestro mismo grupo, sea este país, raza, religión, partido político y hasta equipo de futbol, solo para citar algunos típicos ejemplos.
El debate de los asuntos de interés nacional, también reflejan ese mal del dogmatismo y de las ideologías, vimos como un tema tan técnico, cansador y aún más aburrido como fue el TLC, llegó a tal extremos, que algunos dijeron, con algún grado de razón, de que la sociedad costarricense se había fraccionado en dos bloques, a causa de ese tema. Mucha gente, en realidad, ni siquiera tuvo una ligera idea de lo que se trataba.
Debemos recordar que mayoritariamente el debate fue mucho más ideológico que epistemológico, donde unos y otros, prácticamente, evadían el intercambio inteligente y fundamentado de sus argumentos, para buscar la forma de desacreditar al interlocutor  y así desvirtuar sus argumentos. En esa ocasión se dijeron muchas mentiras y verdades a medias, por parte de ambas bandos, sobre los supuestos alcances, beneficios y perjuicios que el TLC podría acarrear. El análisis inteligente y objetivo dejó de ser importante, es más, personalmente, creo que nunca lo fue para la mayoría de quienes lo apoyaban o rechazaban.
Cuando las personas seamos menos dogmáticas, ideológicas y mucho más epistemológicas, estaremos sentando las bases para lograr una verdadera convivencia pacífica, donde las diferencias serían asumidas, por unos y otros, simplemente, como distintas formas de pensar y ver las cosas pero hasta ahí, sin agresión alguna por solo disentir.

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