Según los expertos, lo que causa la agresión, es falta de control de las propias emociones
Pero, ¿se puede enseñar a la gente a controlar sus emociones?
En Estados Unidos se han diseñado programas de "manejo de la agresión", para enseñar a los jóvenes a controlar esos sentimientos violentos.
Según un experto, entre los niños agresivos hay dos tipos.
Los agresores pro activos, o matones. Estos saben lo que están haciendo y se ensañan con los niños mas débiles de cada clase.
Este tipo de niños ni siquiera sienten furia, tristeza o miedo cuando agreden a otros niños.
Pero la mayor parte de los niños agresivos son del grupo llamado "agresivos reactivos"
Estos niños se meten en problemas por actos violentos, casi siempre como respuesta a lo que para ellos es peligroso o agresivo de parte de otros niños.
Estos niños se exaltan mucho, su sistema nervioso se dispara y responden impulsivamente, pues se sienten agredidos y actúan por miedo, a veces a la menor provocación.
estos niños y jóvenes son los que más se benefician con un programa de manejo de las emociones violentas, pues muchas veces tienen una baja auto estima, y mal interpretan las intenciones de los demás niños o los adultos,
Por eso, es importante enseñarles a relacionarse socialmente y a resolver sus problemas de maneras no violentas.
Incluso muchos niños y jóvenes que no son agresivos, desconocen como exponer sus diferencias con otros sin violentarse o llorar, actitudes que a veces les acompañan toda la vida.
Esos expertos dan tres consejos, que pueden sirven a cualquiera que tenga problemas manejando sus emociones violentas.
Primero: distráigase: si usted se da cuenta que se está enojando y sabe cual es el problema, concéntrese en otra cosa por unos momentos. Por eso nuestras abuelitas aconsejaban contar hasta diez antes de gritar.
Segundo consejo: háblese en silencio. Entrénese a comportarse diciéndose cosas como "voy a estar tranquilo, no dejaré que me saquen de mis casillas". Ensaye qué va a decir y cómo lo va a decir.
Y tercero: aplique alguna técnica de relajación.
Como respirar lentamente, pensar en cosas bellas y calmadas, aflojar los músculos uno a uno.
Y nosotros deberíamos controlar...
...¿la violencia?
no, el reloj: ya se nos acabó el tiempo.