Esa es una sabia frase de la sabiduría popular de nuestro pueblo campesino y era aplicada a las personas que predicando una cosa hacían otra, o hacían tremenda torta y se quedaban tan tranquilos, como si nada hubieran hecho o peor aún, se jalaban la plancha y cuando alguien les reclamaba por su acción, se manifestaban muy ofendidos y hasta más sorprendidos de que se les pusiera en evidencia.
Otra cosa que habría que decir es que es una frase, que las generaciones más jóvenes, seguramente, desconocen pero que deberían no solo conocer, sino que comenzar a utilizarla para identificar y sancionar a los actores de esos muchos casos, que penosamente, con mayor frecuencia, se dan en la vida diaria de las y los costarricenses y lesionan la credibilidad del pueblo en sus instituciones y en el sistema democrático.
Pero ejemplaricemos algunos casos concretos:
Nos vimos obligados por ley a acusar ante el Ministerio Público a los funcionarios del Ministerio de Hacienda que hicieron público las irregularidades tributarias de Herrero y Villalobos. Ahh collado más grande.
Nosotros no vamos a votar por el candidato de la Alianza por Costa Rica, como nos habíamos comprometido a hacerlo en documento escrito. Ahh collados más grandes.
Alcalde es detenido saliendo de un motel, en horas laborales y utilizando un vehículo oficial. Ahh collado más grande.
El jerarca de una institución trata de explicar por qué dos de los tres oferentes de una licitación para un servicio de asesoría en comunicación, hayan sido ferreterías y la otra y ganadora final, resulta ligada a dos altos funcionarios públicos. Ahh collado más grande.
Un padre de la Patria se aferra a su inmunidad parlamentaria para retardar enfrentar la justicia. Ahh collado más grande.
Otro padre de la Patria hace pública su intención de presentar un proyecto para que la inmunidad parlamentaria sea indefinida. Ahh collado más grande.
Nunca voy a reunirme a puertas cerradas con el Presidente de la República para tratar asuntos de interés del pueblo; si los medios de comunicación no están presentes, yo tampoco. Ahh collado más grande.
Estos son apenas unos muy pocos casos de las manifestaciones y hechos de funcionarios públicos y políticos de los que, en diferentes momentos, los medios de comunicación han informado a las y los costarricenses y a pesar de ellos, algunas personas siguen depositando su incondicional confianza en este tipo de gente, aunque se reconocen a sí mismas como personas hasta muy preocupadas por el país, por lo tanto, también a ellas y a ellos les cabe reconocerlos como unas y unos collados.
Esa es una sabia frase de la sabiduría popular de nuestro pueblo campesino y era aplicada a las personas que predicando una cosa hacían otra, o hacían tremenda torta y se quedaban tan tranquilos, como si nada hubieran hecho o peor aún, se jalaban la plancha y cuando alguien les reclamaba por su acción, se manifestaban muy ofendidos y hasta más sorprendidos de que se les pusiera en evidencia.
Otra cosa que habría que decir es que es una frase, que las generaciones más jóvenes, seguramente, desconocen pero que deberían no solo conocer, sino que comenzar a utilizarla para identificar y sancionar a los actores de esos muchos casos, que penosamente, con mayor frecuencia, se dan en la vida diaria de las y los costarricenses y lesionan la credibilidad del pueblo en sus instituciones y en el sistema democrático.
Pero ejemplaricemos algunos casos concretos:
Nos vimos obligados por ley a acusar ante el Ministerio Público a los funcionarios del Ministerio de Hacienda que hicieron público las irregularidades tributarias de Herrero y Villalobos. Ahh collado más grande.
Nosotros no vamos a votar por el candidato de la Alianza por Costa Rica, como nos habíamos comprometido a hacerlo en documento escrito. Ahh chollados más grandes.
Alcalde es detenido saliendo de un motel, en horas laborales y utilizando un vehículo oficial. Ahh collado más grande.
El jerarca de una institución trata de explicar por qué dos de los tres oferentes de una licitación para un servicio de asesoría en comunicación, hayan sido ferreterías y la otra y ganadora final, resulta ligada a dos altos funcionarios públicos. Ahh collado más grande.
Un padre de la Patria se aferra a su inmunidad parlamentaria para retardar enfrentar la justicia. Ahh collado más grande.
Otro padre de la Patria hace pública su intención de presentar un proyecto para que la inmunidad parlamentaria sea indefinida. Ahh collado más grande.
Nunca voy a reunirme a puertas cerradas con el Presidente de la República para tratar asuntos de interés del pueblo; si los medios de comunicación no están presentes, yo tampoco. Ahh collado más grande.
Estos son apenas unos muy pocos casos de las manifestaciones y hechos de funcionarios públicos y políticos de los que, en diferentes momentos, los medios de comunicación han informado a las y los costarricenses y a pesar de ellos, algunas personas siguen depositando su incondicional confianza en este tipo de gente, aunque se reconocen a sí mismas como personas hasta muy preocupadas por el país, por lo tanto, también a ellas y a ellos les cabe reconocerlos como unas y unos collados.