En 1999 se promueven, una serie de foros nacionales e internacionales liderados por el sector industrial dirigidos a analizar tendencias de política pública para el desarrollo del sector. Las experiencias evidenciaron que una nueva generación de política pública tomaba fuerza para robustecer las oportunidades de la pequeña y mediana empresa. Con estas acciones y una alianza entre un grupo de diputados y representantes del sector industrial, los legisladores conforman una Comisión para el fortalecimiento de un sistema de apoyo a la pequeña y mediana empresa.
Como resultado, en setiembre del 2001, se rindió un informe con acciones que impulsaran instrumentos a favor de la Pyme como Política de Estado y de carácter sistémico.
Del informe se derivó la propuesta de ley que el 24 de abril del 2002, fue aprobada como Ley de Fortalecimiento a las PYMES. Producto de este esfuerzo, en los últimos 10 años el país ha venido implementando los temas que fueron regulados en esta ley. Al Ministerio de Economía, Industria y Comercio le corresponde la rectoría del sector y se conforma un Consejo Asesor Mixto PYME y se crea una Red de Apoyo PYME.
En la definición e implementación de instrumentos, se creó el fondo PROPYME para promoción innovación y desarrollo tecnológico, responsabilidad compartida con el MICIT. También se creó el FODEMIPYME en el Banco Popular, como un instrumento financiero.
La Ley fomenta el acceso de las Pymes a las compras públicas y modificó la Ley constitutiva del INA y PROCOMER, con mejores instrumentos de acompañamiento.
Los esfuerzos han sido importantes, pero queda muchísimo por hacer, por ello desde que iniciamos la Administración Chinchilla Miranda nos propusimos mediante la Política de Fomento a las PYME y la Política Nacional de Emprendimiento, acelerar los propósitos analizados y discutidos desde la formulación de la ley.
En este esfuerzo hemos privilegiado tres ejes estratégicos: 1) contar con un modelo de atención a la PYME y a Emprendedores. 2) orientar esfuerzos para mejorar los medios financieros y de acceso al crédito, potenciando los instrumentos que brinda la Ley, así como haciendo uso del Sistema de Banca para el Desarrollo; y 3) promover mejores prácticas para la innovación empresarial.
En este décimo aniversario de la Ley, hemos fortalecido una plataforma de desarrollo, que se nutre de la cooperación internacional. Aseguramos hoy al igual que hace una década, que las PYMES son motor de nuestra economía y sobre ellas deben priorizarse acciones gubernamentales para su fortalecimiento, como pilar del desarrollo económico.
Mayi Antillón Guerrero, Ministra de Economía, Industria y Comercio
En 1999 se promueven, una serie de foros nacionales e internacionales liderados por el sector industrial dirigidos a analizar tendencias de política pública para el desarrollo del sector. Las experiencias evidenciaron que una nueva generación de política pública tomaba fuerza para robustecer las oportunidades de la pequeña y mediana empresa. Con estas acciones y una alianza entre un grupo de diputados y representantes del sector industrial, los legisladores conforman una Comisión para el fortalecimiento de un sistema de apoyo a la pequeña y mediana empresa.
Como resultado, en setiembre del 2001, se rindió un informe con acciones que impulsaran instrumentos a favor de la Pyme como Política de Estado y de carácter sistémico.
Del informe se derivó la propuesta de ley que el 24 de abril del 2002, fue aprobada como Ley de Fortalecimiento a las PYMES. Producto de este esfuerzo, en los últimos 10 años el país ha venido implementando los temas que fueron regulados en esta ley. Al Ministerio de Economía, Industria y Comercio le corresponde la rectoría del sector y se conforma un Consejo Asesor Mixto PYME y se crea una Red de Apoyo PYME.
En la definición e implementación de instrumentos, se creó el fondo PROPYME para promoción innovación y desarrollo tecnológico, responsabilidad compartida con el MICIT. También se creó el FODEMIPYME en el Banco Popular, como un instrumento financiero.
La Ley fomenta el acceso de las Pymes a las compras públicas y modificó la Ley constitutiva del INA y PROCOMER, con mejores instrumentos de acompañamiento.
Los esfuerzos han sido importantes, pero queda muchísimo por hacer, por ello desde que iniciamos la Administración Chinchilla Miranda nos propusimos mediante la Política de Fomento a las PYME y la Política Nacional de Emprendimiento, acelerar los propósitos analizados y discutidos desde la formulación de la ley.
En este esfuerzo hemos privilegiado tres ejes estratégicos: 1) contar con un modelo de atención a la PYME y a Emprendedores. 2) orientar esfuerzos para mejorar los medios financieros y de acceso al crédito, potenciando los instrumentos que brinda la Ley, así como haciendo uso del Sistema de Banca para el Desarrollo; y 3) promover mejores prácticas para la innovación empresarial.
En este décimo aniversario de la Ley, hemos fortalecido una plataforma de desarrollo, que se nutre de la cooperación internacional. Aseguramos hoy al igual que hace una década, que las PYMES son motor de nuestra economía y sobre ellas deben priorizarse acciones gubernamentales para su fortalecimiento, como pilar del desarrollo económico.
Mayi Antillón Guerrero, Ministra de Economía, Industria y Comercio