Orlando Castro Quesada

Orlando Castro Quesada

Antes de ir más allá en este comentario, es necesario decir que dogmatismo es la presunción de quien considera sus opiniones ciertas, fuera de toda duda y discusión. Ideología es un conjunto de ideas fundamentales que caracterizan el pensamiento de una persona, una colectividad, una doctrina o una época.  Mientras que, la epistemología es la parte de la filosofía que trata de los fundamentos y los métodos del conocimiento científico; nada es cierto y todo debe ser probado antes de aceptarse.
Basta con hacer un breve análisis a la historia de la humanidad, para descubrir que las guerras, genocidios y demás barbaries y atrocidades, han sido cometidas por un evidente dogmatismo y en nombre de alguna ideología. Ambas producto de una manera de pensar total y absolutamente intolerante, que, simplemente, busca eliminar a quien no profesa las mismas ideas o peor aún, tiene una ideología diferente a la dominante. Se parte de la creencia de que solo yo tengo la razón, porque no me equivoco nunca, soy demasiado bueno como para eso.
Habrá quien, tal vez, de manera inconsciente, para calmar su conciencia,  piense que lo anterior, en realidad, no le incumbe personalmente pues afecta a los políticos, a las naciones pero esto no es así pues cuando recordamos la definición de ideología, que dice que es un conjunto de ideas que caracterizan el pensamiento de una persona, debemos estar más que claros en que también es un asunto personal, muy personal.
Cada vez, que comenzamos una simple discusión sobre un tema, el cual puede ser muy importante para el país o uno muy trivial, de una u otra forma, los argumentos usados, la mayoría de las veces, son el reflejo de nuestro subjetivo pensamiento, de nuestra ideología, la cual por ser nuestra, la asentamos y defendemos como si fuera la verdad absoluta y con ella se jugara la vida., aunque nunca haya sufrido un análisis.
Esa manera de pensar y actuar, generalmente,  proviene la mayoría de los conflictos entre la gente, que al fin de cuentas, no es otra cosa que un conflicto de egos. Estos también alimentan los prejuicios e intolerancia hacia quienes son diferentes, los que no pertenecen a nuestro mismo grupo, sea este país, raza, religión, partido político y hasta equipo de futbol, solo para citar algunos típicos ejemplos.
El debate de los asuntos de interés nacional, también reflejan ese mal del dogmatismo y de las ideologías, vimos como un tema tan técnico, cansador y aún más aburrido como fue el TLC, llegó a tal extremos, que algunos dijeron, con algún grado de razón, de que la sociedad costarricense se había fraccionado en dos bloques, a causa de ese tema. Mucha gente, en realidad, ni siquiera tuvo una ligera idea de lo que se trataba.
Debemos recordar que mayoritariamente el debate fue mucho más ideológico que epistemológico, donde unos y otros, prácticamente, evadían el intercambio inteligente y fundamentado de sus argumentos, para buscar la forma de desacreditar al interlocutor  y así desvirtuar sus argumentos. En esa ocasión se dijeron muchas mentiras y verdades a medias, por parte de ambas bandos, sobre los supuestos alcances, beneficios y perjuicios que el TLC podría acarrear. El análisis inteligente y objetivo dejó de ser importante, es más, personalmente, creo que nunca lo fue para la mayoría de quienes lo apoyaban o rechazaban.
Cuando las personas seamos menos dogmáticas, ideológicas y mucho más epistemológicas, estaremos sentando las bases para lograr una verdadera convivencia pacífica, donde las diferencias serían asumidas, por unos y otros, simplemente, como distintas formas de pensar y ver las cosas pero hasta ahí, sin agresión alguna por solo disentir.
Antes de ir más allá en este comentario, es necesario decir que dogmatismo es la presunción de quien considera sus opiniones ciertas, fuera de toda duda y discusión. Ideología es un conjunto de ideas fundamentales que caracterizan el pensamiento de una persona, una colectividad, una doctrina o una época.  Mientras que, la epistemología es la parte de la filosofía que trata de los fundamentos y los métodos del conocimiento científico; nada es cierto y todo debe ser probado antes de aceptarse.
En días pasados, el presidente venezolano Hugo Chávez, a raíz de las aparentes pruebas y acusación formal presentadas por el gobierno colombiano ante la Organización de Estados Americanos, la OEA, en vez de presentar el debido descargo, arremetió contra con el Gobierno estadounidense, emulando en epítetos y extremos a su héroe político Fidel Castro, denunciando una eventual invasión.
Si bien es cierto, que Estados Unidos al principio del gobierno comunista de Cuba, trató hasta de acabar con la vida de Fidel Castro y en algún momento, estimularon y apoyaron, directa e indirectamente algunas iniciativas para derrocar el régimen castrista, lo cierto es que, prácticamente, después de la crisis de los misiles y el acuerdo Kennedy-Krushev, esas intentonas cesaron, de seguro como parte del juego geopolítico entre ambas superpotencias, en aquel momento.
No obstante lo anterior, cada vez, que a lo interno de Cuba, había alguna manifestación de descontento popular, producto de la pérdida de las libertades individuales y económicas, Fidel Castro salía en los medios estatizados, denunciando que detrás de esas protestas estaba el imperio yanqui, Obviamente, este tipo de manifestaciones calaba en algunos incondicionales del régimen comunista pero no así en el resto de la población, que con todo derecho sólo quería vivir en democracia.
Después de cincuenta años del régimen castrista, ya todo el mundo sabía, tanto dentro de Cuba como fuera, que el discurso cliché siempre estaría presente y sería responsabilizar a Estados Unidos de todos los males de la isla y advertir a la población de una eminente invasión de los marines norteamericanos, la que nunca se dio.
Con el octogenario Fidel en el retiro de la función pública y con un estilo de gobierno de su hermano Raúl, mucho menos reactivo y hasta si se quiere, propositivo, creíamos que ese trillado discurso era ya cosa del pasado. Sin embargo, que equivocación más grande fue pensar así, ya que el presidente Chávez hizo suya la estrategia de responsabilizar a Estados Unidos de todo que de una manera u otra pudiera lesionar la imagen de su gobierno tanto a lo interno de Venezuela como internacionalmente.
Lo procedente y respetuoso de la verdad, hubiera sido presentar a propios y extraños las pruebas de descargo que evidenciaran que el decir del gobierno colombiano no se apegaba a la realidad pero, en vez, de hacerlo y así terminar con el asunto, la respuesta del presidente venezolano fue hacer suyo el trillado discurso de su héroe político y amenazar con suspender el suministro de petróleo a los Estados Unidos.
Por su parte, la Administración Obama en relación a los ataques gratuitos del gobernante venezolano, responde diciendo que entre Estados Unidos y Venezuela existen excelentes relaciones comerciales que benefician a ambos países y que lo único que tienen que decir, es que lo recomendable es que el diferendo entre ambos países debe ser resuelto por la vía diplomática y no por la confrontación.
El mundo cambió,  Estados Unidos cambió, hasta Cuba, en algún grado también lo hizo, pero el discurso del  presidente Chávez, se quedó rezagado y va para atrás como el cangrejo; promoviendo la confrontación, en vez, de un diálogo inteligente, visionario que promueva la paz entre los pueblos.
En días pasados, el presidente venezolano Hugo Chávez, a raíz de las aparentes pruebas y acusación formal presentadas por el gobierno colombiano ante la Organización de Estados Americanos, la OEA, en vez de presentar el debido descargo, arremetió contra con el Gobierno estadounidense, emulando en epítetos y extremos a su héroe político Fidel Castro, denunciando una eventual invasión.

No hay duda que todo ser humano, solo por esa condición, tiene una dignidad que debe ser respetada por todos sus demás congéneres y para este propósito, las constituciones políticas de muchos países tienen articulados que buscan garantizar su debida protección.  Un ejemplo es la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que busca resguardar la libertad, la justicia y la paz en el mundo y tiene por base. el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana.

DESCARGAR AUDIO

 

Se acerca un nuevo proceso eleccionario.
, se acerca una nueva oportunidad de participar en la gestión de un necesario cambio personal y comunal
El próximo de diciembre las y los costarricenses, nuevamente, seremos convocados por el Tribunal Supremo de Elecciones para que de manera transparente y pacífica, escojamos, esta vez, a las y los alcaldes que asumirán para la dirección del principal organismo comunal como son la municipalidades.
Desafortunadamente, en el pasado, la participación ciudadana ha sido muy pobre, con lo se pudieron elegir personas, que al ver cómo han cumplido con sus deberes públicos, quedó muy claro, que no eran las y los más indicados.
Pareciera que muchas personas no tienen claro que las autoridades municipales, cuidado si no, son más importantes para nuestro diario vivir, que las nacionales pues las primeras están directamente involucradas con asuntos más cotidianos que afectan la calidad de vida de los vecinos que viven en una determinada área geográfica.
Las funciones municipales, tradicionalmente, se han limitado a tareas que habrá quienes las podrían de calificar equivocadamente de poca significancia, como es recoger la basura, cuidar los parques y mantener en buen estado las carreteras adscritas a su jurisdicción geográfica. Pero lo cierto, es que las municipalidades, tienen también competencia directa en el mejoramiento integral de la calidad de vida de quienes viven dentro de cada municipio.
Hablar de mejoramiento del nivel de vida de las personas, necesariamente, tiene que ver con temas tan  importantes como son la Salud, Educación, Seguridad, Recreación y esparcimiento. Además del mantenimiento de la infraestructura del cantón.
Tradicionalmente, los municipios han reclamado que los recursos financieros que tienen, no les alcanzan prácticamente para nada pues casi todos ellos se les consumen en salarios y mantenimiento de los equipos de recolección de basura pero lo cierto, es que casi todas las municipalidades del país, no han caído en cuenta del gran potencial de trabajo que tiene el voluntariado.
Existen miles de personas, en todos los cantones del país, dispuestas a trabajar sin recibir retribución monetaria, con tal de mejorar las condiciones de vida propias y de sus familias. Lo que ha faltado ha sido organización y método, para que se convoque a las y los vecinos a involucrarse en el mejoramiento del lugar donde viven y/o trabajan.  La otra carencia ha sido de la existencia un Plan Estratégico Comunal que precisamente señale el rumbo y la forma en que ese trabajo comunal voluntario va a ser realizado para satisfacer necesidades concretas de un determinado cantón.
En diciembre próximo se elegirán las nuevas alcaldesas y alcaldes de todos los municipios pues entonces, desde ya, deberíamos todas y todos los vecinos de los diferentes cantones del país, abocarnos a la tarea de organizarnos para ubicar y apoyar a aquella persona que pensemos interpreta y representa mejor el sentir de la mayoría las y los vecinos. Esto a su vez, creará un compromiso real de parte de quien salga elegida o elegido y quienes hicieron posible su designación. Por lo tanto, si realmente, queremos que las cosas cambien para bien en nuestro cantón, debemos tener claro que hay ser parte activa de ese cambio.
Se acerca una nueva oportunidad de participar en la gestión de un necesario cambio personal y comunal
El próximo de diciembre las y los costarricenses, nuevamente, seremos convocados por el Tribunal Supremo de Elecciones para que de manera transparente y pacífica, escojamos, esta vez, a las y los alcaldes que asumirán para la dirección del principal organismo comunal como son la municipalidades.

La respuesta pareciera ser que SÍ y la distinción no es la misma que se da, precisamente, con la educación de primaria y secundaria, entre instituciones públicas y privadas.

Existen, aparentemente, dos calidades a nivel de la educación universitaria, independientemente de que las instituciones sean estatales o no, unas tienen un nivel de mayor excelencia académica a la de otras

En la vida, desafortunadamente, no son pocas las veces, que nos llevamos tremendas y muy desagradables sorpresas, las que terminan resultándonos realmente decepcionantes. Esas situaciones que nos parecen, a todas luces, incomprensibles pues vienen de personas, que al menos, las tenemos como inteligentes y respetuosas pero aún así caen en situaciones que las y los evidencian como cualquier cosa menos como gente pensante y respetuosa de los demás. Esto precisamente, fue lo que pasó cuando algunas y algunos señores diputados, no más iniciándose en sus funciones como madres y padres de la Patria, pretenden aumentar sus ingresos mensuales en forma desproporcionada y así servirse con la cuchara grande y beneficiarse personalmente de la confianza de quienes les dieron el voto a cada una y uno de ellos.

Contactos

Barrio La California,
San José, Costa Rica,
T: (506) 2256-2338
F: (506) 2255-4483

Accesos